Dennis Slijfer (49) ha estado viviendo cerca de Madrid, España junto a familia durante los últimos 17 años. Cuando Dennis vio a Hendrik, su semental frisón por primera vez fue amor a primera vista. Mientras tanto, desde entonces, está en camino de promover la raza Frisona en España. «Mi caballo resalta por su belleza entre todos los caballos españoles», dice Dennis.
Texto: Laura van Houtum Fotos: Almeda Renes Fotografía Traducción: Dennis y Lisa Slijfer
Dennis, quien ahora vive en España, creció con caballos Frisones. Su padre fue instructor de conducción de carruajes y juez nacional oficial durante muchos años. Con los caballos Frisones que tenían en casa, participaban regularmente en competiciones de maratón. “Mis padres ya no tienen caballos Frisones, pero todo el material de los caballos que usaban en el pasado todavía se muestra pulcramente en el pasillo de su casa”, dice Dennis, quien primero aprendió a montar en ponis y luego comenzó a montar y competir con caballos. “Si tenía algo que ver con los caballos, todo era posible en mi casa”, dice. Cuando tenía unos dieciséis años, dejó de montar. Hasta unos 30 años después. Dennis está casado con una española y se mudó para vivir en España con su familia, donde trabaja para NBC Universal, un trabajo que lo hace viajar a muchos lugares del mundo.
Fue su propia hija, Lisa, de 18 años, quien lo volvió a poner en el camino de los caballos después de muchos años. “Estábamos de vacaciones en algún lugar de España y Lisa quería hacer una ruta a caballo. Se entusiasmó con la equitación. De vuelta a casa empezamos a buscar una escuela de equitación y ella empezó a tomar clases enseguida” dice Dennis, quien por supuesto acompañaba a su hija. “En la segunda semana ya comencé a sentir nerviosismo, así que llamé a su instructora y le pregunté si podía unirme también. Y así, terminamos montando juntos en la clase de principiantes”, dice.
Carácter único
Después de haber tomado varios meses de clases, a Dennis le quedó claro que lo que realmente quería era tener su propio caballo. «No tuve que pensar mucho en qué raza de caballo quería tener», dice sonriendo. “Por supuesto, tenía que ser un frisón. Crecí con ellos. Claro, también son bonitos, pero realmente lo que me atrae de ellos es su carácter único”, resume. Cuando comenzó a preguntar, descubrió que importar un frisón de los Países Bajos a España sería una tarea costosa. “Solo los costes de importación y transporte me costarían alrededor de 1.800 EUR. Entonces, decidí comprar un caballo aquí en España. A través de un compañero logré contactar con una persona de Cataluña que tenía a la venta dos Frisones, uno de nueve y otro de catorce años”, dice Dennis, que tuvo que completar un importante viaje para comprar el caballo de sus sueños.
A su llegada, después de un largo viaje que incluyó un vuelo interno y un viaje en tren de dos horas, el caballo de nueve años, por el que iba, resulto que ya estaba vendido. «Sin embargo, el frisón de catorce años todavía estaba allí, y seamos honestos, solo necesitaba una mirada para enamorarme de él. Inmediatamente sentí que este era mi caballo”. Y así, el caballo Hendrik llegó a un centro de pupilaje muy cerca de la casa de Dennis en Madrid. “El hombre había llamado al caballo ‘Guapo’ pero al mirar su pasaporte su verdadero nombre resultó ser Hendrik y nació en Tzumarrum en Friesland (Países Bajos). “Empecé a buscar su parentesco, pero nunca pude averiguarlo”, señala Dennis.
Paisajes españoles
“Cuando Hendrik vino a Madrid, requirió mucho papeleo. En España es obligatorio trasladar el caballo de un establo y región a otra cuando se vende”, explica Dennis. “Y esto tiene que suceder el día que lo trasladen”. Hendrik tiene 16 años y tanto Dennis como su hija Lisa lo montan regularmente. “El clima en Madrid es bastante extremo. En verano, las temperaturas pueden superar fácilmente los 40 grados centígrados, mientras que en invierno a menudo están bajo cero”, según Dennis, quien suele hacer recorridos a altas horas de la noche por los paisajes españoles. “¡Tenemos de todo aquí! Hay grandes campos abiertos, pequeños ríos y después de cabalgar durante 10 minutos llegamos a los cerros. Desde allí tienes unas vistas increíbles y puedes ver muchos kilómetros a la redonda”, nos dice Dennis con entusiasmo. “A Hendrik no le molestan las altas temperaturas. Lleva en España el tiempo suficiente para haberse acostumbrado. Pero a menudo vamos y cabalgamos muy tarde. Es común que no vuelva a casa hasta las once y media o más tarde en verano”.
Choque cultural
Dennis monta doma clásica con Hendrik. “En España es más mixto: algunos practican doma clásica, otros montan al estilo español. Especialmente el ‘Pura Raza Español’ (o PRE) se usa para la doma a la española, con sus típicas sillas y bridas”, dice. “No he empezado a competir todavía, pero hay competiciones. Estas pruebas son parecidas a las de Holanda” según Dennis, quien añade que también hay diferencias. “No se le permite que alguien lea su prueba. Además, tienes diferentes tipos de competiciones como: social, regional, nacional e internacional. Las clasificaciones también son diferentes, no los niveles B, M, L, Z a los que estamos acostumbrados en Holanda”, señala. La tenencia de caballos en España muchas veces suele estar ligada a las corridas de toros. “Las corridas de toros siguen siendo para mí un choque cultural. Personalmente, nunca me verás en una, pero para un gran grupo de la población es un importante parte de su cultura”. Además, en España todavía está permitido, opcionalmente, marcar a su caballo cuando tenga un potro. «En los Países Bajos eso es ahora inimaginable», asegura Dennis.
Estado de alarma
Han sido tiempos turbulentos para todos a causa del Corona virus, también para Dennis. “En España no se nos permitió salir a la calle durante el período de confinamiento, excepto para pasear al perro dentro de un radio de 1 kilometro, para ir a hacer la compra o para ir a la farmacia. Esto significó que no pude ver a Hendrik durante más de 7 semanas» una temporada muy difícil para Dennis «que para mí fue mucho peor que no poder salir de casa. Tengo una buena relación con los dueños de la escuela de equitación que enviaron videos de vez en cuando, pero todavía resultaba muy difícil no poder ver a mi caballo en persona. Quieres comprobar por ti mismo que él está bien”, dice Dennis. “Después de 4 semanas de confinamiento, hubo un momento en que Hendrik necesitó herraduras nuevas. Hendrik tiene algunos problemas con esto, lo cual puede ser por un temor del pasado dado a alguna mala experiencia, así que siempre necesito estar ahí cuando el herrador viene a verle. Pude conseguir que el caballo fuera movido fuera del centro de pupilaje. El herrador pudo atenderlo allí y se me permitió estar presente un rato. Sin embargo, Hendrik fue llevado a su cuadra inmediatamente después y yo tuve que volver a casa” continúa Dennis, quien después del confinamiento inicialmente solo pudo ir a ver su caballo bajo algunas condiciones estrictas. “Siempre que llevaba papeles de la federación española de equitación que acreditaran que era miembro y que participaba en competiciones, la policía me dejaba pasar. La primera vez que lo vi, simplemente abracé a Hendrik durante media hora y no quería soltarlo. Durante ese tiempo, tuve mucho apoyo de Holandeses amantes de frisones en uno de los grupos de Facebook en los que estoy”, explica agradecido.
Promoción del caballo frisón
Un caballo frisón realmente se destaca y se hace notar en España. “A menudo tengo que explicar que viene de Holanda. A veces la gente me pregunta si hay frisones de otros colores” dice Dennis sonriendo. “Pero muy a menudo me hacen cumplidos sobre Hendrik. Tras el confinamiento, mucha más gente de lo habitual caminaba por el sendero cerca de la escuela de equitación. No todo el mundo estaba contento de que hubiera caballos en el mismo camino estrecho en el que ellos estaban. Pero donde otros jinetes estaban recibiendo comentarios negativos, yo solo recibí comentarios positivos sobre Hendrik, sobre lo increíble que se veía. La gente incluso quería tomarse fotos con él. De vez en cuando dejo que gente en la que confío se dé una vuelta por la pista con Hendrik. Incluso mi instructora de equitación dice que le gustaría tener un frisón gracias a Hendrik. Resumiendo, el caballo frisón es muy popular en España” continúa Dennis, quien mientras tanto hace todo lo posible para promocionar el caballo frisón en varias plataformas de redes sociales. “En TikTok (@FriesianHendrik) actualmente tenemos más de 12.000 seguidores que diariamente me hacen preguntas sobre frisones como dónde podrían montar uno en España. Entonces siempre les recomiendo que se pongan en contacto con Frisones de la Cruz. Allí tienen unos caballos frisones increíbles, pero claro, mi Hendrik es mi Hendrik y ningún caballo puede vencerlo”.
Aprox. 250 caballos frisones registrados en España
En España se estima que hay entre 500 y 800 caballos Frisones. Aproximadamente 250 de ellos están registrados con el KFPS / ANPRF. En este momento existen entre tres y cinco establos de cría oficiales, de los cuales uno es Frisones de la Cruz. En los últimos años hubo cuatro sementales oficiales registrados, pero actualmente no hay ninguno en España. Desde 2008 se realizan en España los exámenes oficiales de los caballos frisones. Estos exámenes son organizados por la KFPS y ANPRF en asociación con Frisones de la Cruz una vez cada dos años. Lamentablemente, el examen de 2020 tuvo que ser cancelado debido a la pandemia (Covid).